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El convento de San Antonio de Padua de Garrovillas

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                De vez en cuando voy a mi biblioteca de temas extremeños y repaso alguno de los numerosos libros que tengo para estudiar temas de Hinojal que sean poco conocidos. En este caso, di con el que publicó el cronista oficial de Garrovillas de Alconétar, José María Velaz Pascual, en el que trata sobre un interesante estudio histórico artístico del convento de San Antonio de Padua de Garrovillas, un precioso edificio en ruinas, que está en la lista negra de Hispania Nostra, la asociación a la que tengo el gusto de pertenecer y cuya filosofía es la de defender, promocionar y poner el valor del patrimonio cultural y natural, a los que considera como vector de desarrollo social y económico de las regiones.   José María Velaz, licenciado en Geografía e Historia en la especialidad de Historia del Arte por la Universidad de Extremadura, hace un interesante estudio de este atractivo monumento de su pueblo y el 23 de mayo de 2007 me dedicó su libro en Garrovillas. Y releyendo e

San Berto en 1785

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  Ya publiqué el 13 de junio de 2020 un artículo sobre un mapa de Hinojal de 1766 detallando los Cuatro Lugares y archivado en la Biblioteca Nacional de Lisboa. Ahora trabajando con otro mapa de la comarca de Alcántara de 1785, también obra del geógrafo y cartógrafo madrileño Tomás López de Vargas Machuca (1730 - 1802, me encuentro con una agradable sorpresa. En la zona meridional del río Tajo, a su paso por el territorio de Hinojal y concretamente al oeste de lo que puede ser su actual término municipal se encuentra una cruz con un texto que dice San Berto, aunque para algunos parece ser que pone San Benito. Puede ser un error, pues allí mismo al río Almonte, Tomás López le denomina Río del Monte.   Picar el artículo anterior: Un mapa de Hinojal de 1766 (noticiasdehinojal.blogspot.com)   Esto cuanto digo se aprecia en el margen superior derecho de la imagen y para verla bien hay que aumentar el mapa.   Concretamente, el mapa lleva el título en una cartela en la parte s

Un suceso que marca la historia de Hinojal

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  Vicente Sánchez Rivero y José María Lindo Magdaleno               La muerte de Vicente Sánchez Rivero marcará historia venidera de Hinojal. Fue noticia en toda España porque su asesino, José María Lindo Magdaleno, no fue un cualquiera, sino su amigo enviciado con el juego y las puestas y, además, una autoridad municipal con rango de alguacil. Lo siento de veras, por Vicente y por las dos buenas familias de cada uno de ellos.   Lázaro Rivero Pizarro, con tres de sus hijas. Cecilia es la primera de la derecha, madre de Vicente Sánchez Rivero             Vicente era primo segundo mío. Su abuelo Lázaro Rivero Pizarro, era hermano de mi abuelo José Rivero y su madre, Cecilia Rivero, prima hermana de mi padre, José Rivero Leno.               Escribo en Madrid esta crónica, como cronista oficial de Hinojal, para hacer mis reflexiones mientras en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción todo el pueblo se agrupa y eleva una oración o guarda silencio en su corazón por

Rocha Pizarro autoriza un oratorio privado

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  Iglesia de San Nicolás ,de Plasencia               Mi buen amigo Juan Carlos López Duque, periodista y cronista oficial de Cabezuela, me facilita un documento en dos hojas, escrito a máquina, sacado de los archivos de un tío suyo párroco que fue durante años de la iglesia de San Nicolás, en el que mi tío abuelo, el obispo de Plasencia y señor de la villa de Jaraicejo, don Feliciano Rocha Pizarro, primo hermano de mi abuelo paterno José Rivero Pizarro, natural de Hinojal, del que tengo el honor de ser su cronista oficial, autorizó el 8 de marzo de 1941 un oratorio privado a nombre de doña Julia García Cañas y de su hija doña María Dávila García.               Aquí el documento completo:                           En virtud de las facultades que por BREVE Pontificio de 4 de febrero de 1941 se Nos confiere y constándonos que el local que la señora Doña Julia García Cañas y su hija la señora Doña María Dávila García tienen destinado para Oratorio está en un todo conforme con l

Los trabajos literarios de María Jesús Checa

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                Como mujer de letras, María Jesús Checa Simó publicó en 1976, con otros prestigiosos escritores extremeños, un libro titulado “La narrativa extremeña actual”, prologado por Gregorio González Perlado, al que tuve el gusto de conocer en el verano de 1974 en el diario “Hoy” cuando hice mis segundas prácticas de periodismo. De esta publicación editada por “Esquina Viva” se hizo eco la revista Alcántara, de cuya reseña entresaco el siguiente párrafo: “Narraciones muy variadas en cuanto a los temas y a la forma de exponerlos. Se nota lo clásico, no por ello más de maestros, y lo novísimo en la idea y en la exposición”. Fueron 37 los autores que participaron en esta obra común y algunos de ellos he tenido el gusto de conocerlos personalmente: María Jesús Checa Simó, Jesús Delgado Valhondo, Manuel Pacheco, Tomás Martín Tamayo, José Miguel Santiago Castelo, Francisco Audije Vega, Tomás Chiscano, José María Pagador Otero, Manuel Pecellín, Pedro de Lorenzo, Moisés Cayetano Ros

María Jesús Checa Simó, una maestra senadora

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  María Jesús Checa Simó               A los 13 años mi familia y yo nos trasladamos unos meses a Hinojal para que mi madre atendiera a mi abuela Alfonsa Flores, porque había sufrido un ictus que la dejó impedida. Durante esos meses tuve que inscribirme en una clase particular para seguir mis estudios de 3º de Bachillerato y me daba clases una maestra que se llamaba María Jesús Checa Simó, que con el tiempo fue secretaria segunda del Senado español…               Fue una mujer que al principio cayó mal a su llegada a la gente de Hinojal porque fumaba en aquella época de los años 60 (la verdad es que yo ni me acuerdo), pero según me dicen, con el tiempo fue una persona muy querida.               Nos hicimos una foto con ella en la puerta de un bar que había en la calle que iba a la iglesia, y en donde había un bar. Creo que la foto está hecha allí, donde estábamos, entre otros jovencitos, José Mari Díaz Moreno, Guillermo Moreno Breña y mi prima Angelita Méndez Rivero, todos

Bandoleros en Hinojal en 1837

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            Esto artículo va de una historia sobre bandoleros que atacaron el pueblo de Hinojal allá por el año de 1837 y del que se hizo eco en sus páginas el periódico de Madrid “El Español” del 31 de marzo de ese año.               Vamos a ver la historia de los bandoleros contada por Andrés Espinosa de los Monteros en una crónica fechada en Cáceres el 27 de marzo anterior.               La historia es la siguiente. Se cuenta que “ El alcalde constitucional de la villa de Talaván de la villa y don Antonio Guerrero, comisionado por el señor jefe político para la persecución de facciosos, comunican con fecha 25 del corriente mes de que habiendo recibido en la mañana de dicho día de parte del ayuntamiento de Hinojal que 13 o 14 hombres montados, resto de la gavilla del infame Rincón, habían invadido dicho pueblo, en el que estaban cometiendo tropelías de todo género. El ayuntamiento vecino de Talaván, animado de los mayores sentimientos, dispuso inmediatamente armar 18 hombre