Cura de Santiago
Y dice el diccionario de la Real
Academia Española referente a la palabra “curato”: “Del latín medieval curatus, derivado del latín curare, que significa cuidar. Y ofrece
dos acepciones. La primera es una palabra masculina y se refiere a “cargo espiritual del cura de almas” y
la segunda, también es una palabra del género masculino y es referente a la
parroquia, que es el territorio bajo la
jurisdicción espiritual del cura, y pone como ejemplo esta frase: “Este curato tiene mucha extensión”.
Y todo ello viene a cuento porque he
leído en el periódico “La Correspondencia” número 18.983, página 6, del 1 de
febrero de 1910, una amplia información en la sección de “En los Ministerios”,
concretamente del Ministerio de Gracia y Justicia, que ocupaba el riojano Ventura
González Romero, amigo el primer ministro Bravo Murillo. Aunque uno no es ducho
en la materia, leo que hay curatos de término (parroquia en pueblo grande), de
segundo ascenso, de primer ascenso, de entrada…, pues según el Concordato del
16 de marzo de 1851, entre el Reino de España y la Santa Sede, que regentaba el
Papa Pio IX, firmado en tiempos del extremeño Juan Bravo Murillo, como presidente
del Gobierno, y en el que se acordó que el ascenso de los curas necesitaba la aprobación
del Ministerio de Justicia. En un Real Decreto se argumentaba que pasaron al Ministerio
de Gracia y Justicia negociados que antes dependían de otros Ministerios. Así: “El Vicariato General Castrense en sus altas
relaciones eclesiásticas…y la designación de eclesiásticos que hayan de ejercer
su ministerio en los establecimientos públicos de beneficencia, u otros siempre
que sean costeados por el Estado, así como la intervención que al Gobierno
competa en todo lo referente a funciones eclesiásticas en establecimientos costeados
por las provincias, los pueblos o los particulares”.
En esta nota de daba información de
lo siguiente: “Se han provisto los
curatos siguientes de la diócesis de Coria: De término: El de Santiago de Cáceres, en D. Feliciano Rocha Pizarro (nacido en Hinojal y fallecido como obispò de Plasencia en 1945) ; el de San
Vicente de Alcántara, en D. Ciriaco Iglesias Garrido; el de Nuestra Señora del
Buen Varón, de Hoyos, en D. Eusebio Garrido Mesa, y l de Nuestra Señora de Rocamador,
de Valencia de Alcántara, en D. Félix Sandoval Gaude
Este periódico de “La Correspondencia”
recoge, además, información del nombramiento de cuatro curas de segundo ascenso
en los pueblos de Salorino, del Campo, Valverde de Fresno y Santibáñez el Bajo,
así como dos más de primer ascenso en Aldea del Cano y Guijo de Granadilla. Y
de los curatos de entrada eran los nombrados en Pino de Valencia, Cadalso,
Palomero, Villasbuenas y Villa del Rey.
“La Correspondencia” era un periódico
vespertino, de ideología conservadora, que se comenzó a publicar en Madrid en
el año 1859, tirando solo 70 ejemplares y dejó de hacerlo el 27 de junio de
1925, llegando a publicar 16.000 ejemplares. Era tan popular que se vendía a
voces por las calles gritando los repartidores “La Corres, La Corres...”
Según datos del obispado
de Coria – Cáceres, el templo de Santiago se construyó
entre 1546 y 1570. Entonces se derribó, en parte, un templo anterior, bajo la
dirección de Rodrigo Gil de Hontañón. Alonso de Berrugete realizó el retablo
mayor que quedó definitivamente instalado en 1570. Otras obras artísticas
conservadas en el templo son las imágenes de Nuestra Señora de la Esclarecida
(siglo XIV), Jesús Nazareno (1609), Cristo de las Indulgencias (siglo XIV),
Cristo de los Milagros (siglo XVIII) y San Blas (siglo XV).
Un cura escarabajo
Y tras publicarse el artículo me
escribe el cronista oficial de Ahillones, Antonio Marín Guerrero y me dice: Existe una tercera
acepción del término cura curato, no recogido en el Diccionario de la Real Academia
Española, que se refiere a un tipo de insecto utilizado secularmente con fines
medicinales. Por esta zona de Badajoz, cuando de chicos veíamos alguno por el
campo, lo pasábamos suavemente, sólo para inmovilización y le decíamos la
siguiente retahíla:
Cura, curato,
si no me enseñas la sangre
te mato.
Y el pobre animalillo segregaba una
sustancia sanguinolenta. Ahora se ven pocos".
Entro en internet y hay un precioso
artículo en ABC titulado “El escarabajo
que conquistó a los primeros pobladores ibéricos”. Aquí está el enlace:
https://www.abc.es/ciencia/20130715/abci-escarabajo-primeros-pobladores-ibericos-201307151222.html
Cuando el poder religioso y el político iban de la mano, o su relación, aunque independiente, era estrecha, se podía explicar que el Estado tuviera facultades para nombrar a las dignidades eclesiásticas.
ResponderEliminarHoy, alrededor del mundo, esto sigue ocurriendo en alguna gran potencia, como China, por ejemplo. Pero hay que decir que China está regida por un régimen Comunista totalitario, que se encuentra en pañales en cuanto a respeto de los derechos humanos.
La religión debería moverse en el ámbito interno de la conciencia personal, mientras que la política debería tener como terreno de actuación, la resolución de los asuntos públicos comunes. De tal manera, que no deberían interferise demasiado, ni condicionarse hasta el punto de que requieran una intervención de cualquiera de ellas en la otra.