Hinojal en 1950
He
adquirido recientemente en Madrid un libro, publicado en 1951, titulado “Guía
de Cáceres y su provincia”, por Julio Rosa Roque, en cuyo prólogo se “fija en sus páginas –como
una fotografía- cada rincón de esta Alta Extremadura cien veces gloriosa por su
historia”, por lo que los datos a los que aquí se hace referencia son de
1950.
La guía,
de 565 páginas más 40 de anuncios (uno de ellos de la farmacia F. Collazos y
Collazos, de Monroy, de donde era natural una de mis bisabuelas, doña María
Cruz Vega y otros de ceras de abejas Benito Hernández, así como “Casa Málaga”,
ambos de Cañaveral), hace una radiografía de lo que era nuestra provincia y
nuestros pueblos al principio de los años 50. Se da cuenta de los aspectos
civil, administrativo, judicial, industrial, comercial, agrícola, religioso,
artesano, relaciona los principales monumentos de la capital y de cada uno de los
pueblos de la provincia, con su extensión, población, producciones,
comunicaciones, hoteles, fondas, pensiones, ferias y fiestas.
Y
de Hinojal se cuenta lo siguiente, lo que viene a ser una radiografía de cómo
era el pueblo hace ahora 70 años.
HINOJAL – Tiene unos 2.850 habitantes
aproximadamente. Está situado en la margen izquierda de la carretera Cáceres –
Torrejón el Rubio, con la cual comunica por otra carretera provincia, que
partiendo del kilómetro 20 de la misma va a Santiago del Campo, Hinojal y
Talaván. Pertenece al Partido de Garrovillas, del que dista 17 kilómetros y 34
de la capital de la provincia.
ADMINISTRACIÓN
LOCAL.- Su Ayuntamiento corresponde
estar integrado por nueve concejales.
ASPECTO JUDICIAL.-
Tiene un Juzgado de Paz, dependiente del Comarcal y el de Primera Instancia e
Instrucción de Garrovillas.
ASPECTO MILITAR.-
Pertenece a la Caja de Reclutas número 13 de Cáceres. Está atendido por el
puesto de la Guardia Civil Rural de Talaván.
ASPECTO ECLESIÁSTICO.-
Tiene una Iglesia Parroquial, cuyo Santo titular es Nuestra Señora de la
Asunción, perteneciente al Obispado de Coria y Arciprestazgo de Garrovillas.
Tiene una ermita dedicada a Santo Toribio, sita a unos dos kilómetros y lugar denominado
“La Cumbre” y otra dedicada a San Juan, que está ya en ruinas, sita en la Plaza
Mayor.
ENSEÑANZA.-
Dispone de dos Escuelas Nacionales de Niños y dos de Niñas.
SANIDAD.- Tiene
dos Médicos, un Practicante y un Veterinario.
INDUSTRIA Y
COMERCIO.- Una fábrica de harinas, una panadería mecánica, cinco hornos de pan
cocer, una almazara, dos carpinterías mecánicas, tres carpinterías manuales,
cuatro fraguas, dos hornos tejeros, un telar, dos sastrerías, tres barberías,
dos comercios de tejidos, seis ultramarinos y una expendeduría de tabacos.
HOSPEDERÍAS.- Acostumbra a recibir huéspedes doña Pura
Bocache Pizarro, domiciliada en la Plaza de Calvo Sotelo.
ESTABLECIMIENTOS
DE BEBIDAS.- Un bar de doña Elena García Sequeira, sito en la calle del
Cardenal Segura, otro de don José Macarrilla Lancho, sito en la calle de don Antonio
Núñez; otro de don Teófilo Luceño Leno, sito en la calle Laguna; otro de don
Julio Arias Pizarro, sito en la calle de la Cruz y otro de don Braulio Molano
Macarrilla, sito en la calle Nueva.
SALAS DE FIESTA.-
Un salón de baile de don Sixto Durán Hurtado, sito en la calle del Obispo Rocha
Pizarro; otro de don Julián Martín Sánchez, sito en la calle del Obispo Rocha Pizarro
y otro de don Julio Arias Pizarro, sito en la calle de la Cruz.
FIESTAS
PRINCIPALES.- Son las que en honor de Santo Toribio celebra l día 16 de abril.
EDIFICIOS
PRINCIPALES.- Solamente es digno de mención la Iglesia Parroquial.
ALUMBRADO.- Tiene
luz eléctrica suministrada por la fábrica “San José”.
MEDIOS DE
COMUNICACIÓN.- Dispone de una cartería. Está la ruta del coche correo Cáceres –
Talaván. Las estaciones férreas más próxima son Cañaveral y Río Tajo, que
distan 11 kilómetros.
TÉRMINO
MUNICIPAL.- Produce cereales y ganadería. Su extensión es de 6.407 Hectáreas y
18 áreas.
ResponderEliminarHola Juan Francisco, he leído lo que escribes de Hinojal en la década de los 50, me ha gustado mucho y me he tomado la licencia de contar algunas cosas para complementar la historia, espero no te moleste.
Había dos telares, uno estaba en la calle de D. Antonio Núñez y lo trabajaba el punto.
El otro estaba en la Travesía del cerro y la trabajaba el chilindre, éste lo tiene aún montado.
Además de los dos sastres de siempre, hubo otro que fue Benito Lancho.
También había tres señoras que se dedicaban a echar culateras y coderas.
Además de la posada que mencionas, había otras dos más, una estaba en la calle de la Cruz junto al diezmo la llevaba tía María la talabana, la otra estaba en la misma calle frente a la casa del cura, y era la señores Eloísa y Juan Barrera.
Respecto a los bares había tres más,. Uno en la calle del Cerro era de tío Anquilla fue muy famoso por que empezó a poner peces fritos. otro estaba en la calle de la Laguna, era de las muchacha y de Rufinino, y tercero estaba en el calvario era de Julián el cantaor. Éste era también un salón de baile.
Había otro salón de baile en la Travesía del Cerro, era de tío caquera.
La fabrica de moler y la luz eléctrica se inauguró en el año 1927. La luz solo de encendía desde el anochecer hasta las 10 de la noche en invierno, y hasta las once en verano; para anunciar que se apagaba daban tres pestañazos cinco minutos antes.
En la calle del cerro hubo un cine. Aún esta el local.
Había un señor que era el que pelaba a los burros y a los mulos. Los caballos no se pelaban.
Dos señores que echaban los hundones a las sillas y las arreglaban.
Para hacer albardas, serones, árganas, esportones, y todo lo relacionado con el esparto, había tres señores.
Cinco cuadrillas-familias eran los albañiles que hacían las casas y tinados.
Varias albañiles menos finos se dedicaban hacer las paredes de las cercas y huertos. De esto
quiero dar un dato en exclusiva; Hinojal debe ser uno de los pueblos que más kilómetros
de paredes de cercados tenga, concretamente tiene entre 230 y 240 kms. Esto lo he sacado de los planos con su escala.
Había otro buen número de hombres que se dedicaban a sacar la piedra para hacer las paredes.
Carnicerías teníamos dos.
Zapateros eran cinco que arreglaban y hasta hacían zapatos.
Hubo un camión de transporte, aún está la cochera en la calleja de la trilla.
Cuando masaban el pan, había un señor que si lo llamaban iba y le hacía fideos.
Dos hombres eran los que arreglaban las palas de madera, los liendros y los arados.