Las cruces de Hinojal
Hace tan sólo unos días la Editorial
Regional de Extremadura acaba de publicar un interesante libro de dos cronistas
oficiales José Antonio Ramos Rubio y Óscar de San Macario Sánchez titulado “Cruceros y cruces de término de la
provincia de Cáceres. Historia, arte y
tradiciones”.
Óscar San Macario y José Antonio Ramos
Estos dos investigadores dan cuenta
de las cruces que hay en cada término municipal, habiendo realizado una
excelente labor de investigación pos los pueblos y los campos de nuestra
provincia. “Del conjunto de cruces documentadas en la provincia de Cáceres, un
número importante de ellas se encuentran en las inmediaciones del casco urbano,
lindantes a los márgenes y cruces de los caminos más importantes que entraban y
salían de la población”, escriben en su prólogo los autores.
José Antonio Ramos es
doctor en Historia, en la especialidad de Historia del Arte, por la Universidad
de Extremadura, y es el cronista oficial de Trujillo desde 1993. Por su parte, Óscar de San Macario es
diplomado en Ciencias Empresariales y es cronista oficial de Casas de Don
Antonio.
Veamos lo que dicen de las dos cruces
catalogadas de Hinojal y una aclaración por arte de este cronista
oficial
Cruz de Manuel
Foto de José Mari Díaz
Solamente
se conserva parte de la columna o fuste de piedra. Según el vulgo popular en
sus inmediaciones falleció un vecino del lugar llamado Manuel y por eso
colocaron este hito. La realidad es otra, esta cruz está ubicada en el camino
del Puente de Don Francisco y antiguamente este tipo de cruces de término solía
servir como punto de oración para labradores y ganaderos cuando salían o
regresaban al pueblo al comenzar o finalizar su jornada en una población
agraria.
Cruz del Santo
En
el camino hacia la ermita de Santo Toribio, donde se conmemora el día 16 de
abril la fiesta del Santo titular se levanta esta cruz sobre tres gruesos peldaños
cuadrangulares. Sobre un pedestal se eleva un varal o columna de piedra
cilíndrico que remata en una cruz de forja moderna, cuya ausencia de filigranas
no resta espectacularidad al conjunto de casi tres metros de altura. Conjunto sencillo
y espectacular a la vez, acorde con el paisaje que lo rodea. No nos explicamos
la razón de los vecinos de la población de encalar la cruz. Son precisamente
estas cosas las que pretendemos evitar identificando las cruces de piedra de la
provincia. Esta cruz es el centro de actividad y punto de encuentro en esta
bonita localidad en los días festivos.
Cruz de los misioneros
Por
último, destacar por su originalidad la llamada Cruz de los Misioneros. Esta
cruz que se aprecia mucho mejor a vista de pájaro fue realizada por los
misioneros con rollos de pedernal. Si bien no deja de sorprendernos por lo bien
conseguida que está su integración con la naturaleza que la rodea.
Calle de la Cruz
En
el casco urbano existió otra cruz que fue retirada de su lugar por el Sr.
Rivero, aún queda constancia de su existencia en el rótulo: “Calle de la Cruz”.
Aclaración
En este último apartado quería hacer
una aclaración para la segunda edición del libro: No fue mi abuelo José Rivero
Pizarro quien mandó retirar esa cruz de esta famosa calle de Hinojal, sino mi
bisabuelo Andrés Flores Rodríguez, el padre de mi abuela Alfonsa Flores Vega, (madre de mi madre María Cruz Domínguez Flores) aquel
que tenía un comercio, y del que le sacaron una copla que decía: “Andrés Flores Rodríguez, comercio de trapos en
este lugar…”. En la fachada de su casa había una cruz de piedra. Los mozos
se subían desde ella al balcón para intentar ver en paños menores a sus hijas,
Petra, Alfonsa y María, por lo que, cansado de estos pillastres, decidió un
buen día atar unas sogas a unas mulas y llego a romper las piedras de la cruz. Fue
denunciado por el obispado, pero la cosa quedó, prácticamente, en nada.
Más aclaraciones
Tras publicarse este artículo, una persona del pueblo me confirma que la Cruz de los Misioneros no la construyeron ellos, sino por los entonces niños de Hinojal bajo la dirección de los sacerdotes. En cuanto a encalar la Cruz del Santo viene por una promesa hecha a Santo Toribio para tenerla siempre limpia y blanca.
Las fotos en blanco y negro están tomadas del libro y son de Óscar San Macario.
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