Apuntes para la historia de Hinojal

 


El Embalse de Talaván cuya presa está en el término municipal de Hinojal

 

            Mi amigo y compañero cronista de Trujillo, José Antonio Ramos Rubio, me ha hecho llegar, a través de internet en el programa PDF, su libro “Talaván y su territorio”, en escrito en compañía de otro compañero Óscar de San Macario Sánchez, cronista de Casas de don Antonio, quien también aportó un buen número de fotografías. El libro fue publicado, en mayo de 2017, por la Diputación de Cáceres y el Ayuntamiento de Talaván.

 

            En las 342 páginas de este libro, se cita al pueblo de Hinojal en varias ocasiones y sobre temas tan variados como la geografía, la naturaleza y la historia. Vamos a verlos:

 

            La primera referencia es cuando indica al lector el lugar donde se halla el pueblo de Talaván y los autores escriben que “forma parte del conjunto de villas conocidas como “Los Cuatro Lugares”, junto con Hinojal, Monroy y Santiago del Campo. A su vez, Talaván y los otros tres municipios se integraron en el año 2005 en la Mancomunidad Tajo-Salor.”

 

                Este pueblo -dicen los autores- es un municipio ubicado en tierras abruptas, sobre una colina, en terrenos bañados por las aguas del río Tajo y el Almonte. Uno de los grandes tesoros naturales de Talaván, son los escarpados riberos del Tajo y el Almonte, siendo este último el lugar idóneo para el avistamiento de buitres. El acceso a los riberos del Tajo, es la ruta perfecta para los amantes del senderismo, sobre todo durante los meses de primavera, que permiten ver todo el campo bañado de jaras y tiene como premio final, la hermosa vista de los riberos, en los que agua y montaña se conjugan para formar un paisaje de inigualable belleza.

 

            En este capítulo de la naturaleza, Ramos y San Macario escriben “las grullas, huyendo del gélido viento de los países nórdicos, han decidido fijarse como habitantes del municipio durante los meses otoñales, invadiendo las dehesas en busca de nutritivas bellotas y posándose sobre el embalse de Talaván, su dormidero perfecto.

 

            Y en este apartado del embalse hay otra referencia a Hinojal: El Embalse es fruto de una presa de abastecimiento en el arroyo de Talaván, afluente del río Almonte, en la cuenca del río Tajo. Aunque la presa se encuentra en el término municipal de Hinojal, afecta el embalse al término de Talaván. La presa data del año 1977 y es de tipo gravedad, con una capacidad de 1,165 hectómetros cúbicos. Abastece de agua a las poblaciones de Talaván, Hinojal y Santiago del Campo.

 

            Este Embalse es una Zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA), dentro de la Red Ecológica Europea Natura 2000. En este embalse hay instalados dos miradores para poder divisar la multitud de aves que habitan este paraje. Las especies que podemos encontrar son avutardas, canasteras, cigüeña (común y también en ocasiones negra), cormoranes, garcillas bueyeras, patos, milanos, así como reptiles como la tortuga semiacuática conocida como galápago leproso y alguna nutria.

 

La historia de la comarca

 

            Entremos en la historia del territorio: “Allá por el año 1174 los templarios habían perdido la plaza de Alconétar, con la llegada del musulmán Abu Yaqub. En el año 1213, fue conquistada nuevamente por el rey cristiano Alfonso IX de León, quedando establecida en la fortaleza de Alconétar la Orden Militar del Temple, nombrándola como capital de la comarca, consiguiendo dominar un amplio territorio que comprendía las jurisdicciones de Garrovillas, Hinojal, Talaván y Santiago del Campo. El castillo controlaba un amplio territorio que comprendía las actuales jurisdicciones de estos cuatro pueblos, con excelentes tierras de pastos al norte del Tajo y el dominio de la calzada hasta Plasencia. Este territorio se convirtió en Encomienda de la Orden, acumulando una importante cantidad de ganado norteño”.

 

Las famosas barcas

 

            Ya en el siglo XV, concretamente el 16 de enero del año 1432 el rey Juan II había hecho donación de este señorío con castillo, aldeas (todas menos Talaván) y barcas a don Enrique Pérez de Guzmán, II Conde de Niebla y IV Señor de Sanlúcar. Se trata de la cesión del rey don Juan II de Castilla, considerando los muchos servicios que don Enrique de Guzmán, conde de Niebla, su tío, le había hecho en diversos momentos. Le hizo merced de la villa de Garrovillas de Alconétar sobre el río Tajo, con el paso de las barcas y derechos, y del castillo de Rochafría, y de los lugares de Cañaveral, Hinojal y Santiago del Campo, en el año 1432.

 

            Sin duda, tal y como hemos hecho referencia, uno de los elementos más destacado a tener en cuenta en Talaván fue la existencia de las barcas de Talaván para cruzar el río Tajo. Dichas embarcaciones pertenecían al Obispado de Plasencia y permitían, previo pago, cruzar el río ante la inexistencia de puentes. Los habitantes de Talaván estaban exentos del pago. Las barcas fueron elementos destacados de la actividad económica de la villa.

 

            El libro, basado en una extensa bibliografía, trata además otros temas como las obras artísticas, las tradiciones populares y numerosas imágenes para el recuerdo.

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