Un hinojaliego en Filipinas (y III)




 

            En el libro “La pérdida de Filipinas narrada por un soldado extremeño (1896- 1899). Memoria del sargento Deogracías González Hurtado”, cuya introducción histórica y análisis crítico fueron publicados por Julián Chaves Palacios, se cuenta que “en diciembre de 1935, sus problemas con el estómago se agravaron considerablemente, al diagnosticarle cáncer y darle pocas esperanzas de vida. Un pronóstico que para sui desgracia se cumplió sin demora al fallecer el 8 de febrero de 1936, cuando apenas le faltaban dos meses para cumplir los sesenta y dos años”.

 

                        Desde Santiago del Campo me han hecho llegar a través de Hinojal, una copia digitalizada de su partida de defunción que copio literalmente y así obtener más datos de este hijo ilustre hinojaliego

 


            Registro Civil de Santiago del Campo. Deogracias González Hurtado. En Santiago del Campo, provincia de Cáceres, a las diez y seis horas del ocho de febrero, ante don Isaac Macarro Gómez, juez municipal suplente, y D. Demetrio Pantoja Graz, secretario propietario, se procede a inscribir la defunción de D. Deogracias González Hurtado, de 61 años, natural de Hinojal, provincia de Cáceres, hijo de don León y de doña Antonia, domiciliado en este pueblo, calle del Consistorio, de profesión industrial, y de estado casado en segundas nupcias con Rufina Gutiérrez Cerro, quedando de este matrimonio tres hijos llamados Julián, Juan y Andrés González Gutiérrez y otra hija de su primera mujer llamada Matilde González Pájaro, falleció en su domicilio en el día de hoy a las quince horas, a consecuencia de un cáncer de estómago, según resulta de la certificación facultativa y reconocimiento practicado, y su cadáver habrá de recibir sepultura en el cementerio de este pueblo.

            Esta inscripción se practica en virtud de la declaración de D. Demetrio Vegas Sande, consignándose que tiene otorgado testamento ignorándose ante qué Notario, habiéndola presentado como testigos D. Félix Luceño Mar y D. Teófilo Andrada Villa, mayores de edad y vecinos de este pueblo.


Solo quedar decir que a este señor habría que nombrarle hijo ilustre de Hinojal, algo que le corresponde al Ayuntamiento en pleno.


Por último, mi amigo el coronel Juan Pons me informa que "acabo de preguntar si en el Centro de Documentación del Ministerio de Defensa en el Paseo de la Castellana de Madrid tienen el libro de "La perdida de Filipinas narrada por un soldado extremeño". Me han dicho que no, aunque si lo tienen en las Bibliotecas del Ejército de Tierra y la Armada".


Para conocer la historia de Deogracias, picar aquí:


https://noticiasdehinojal.blogspot.com/2020/10/un-hinojaliego-en-filipinas-ii.html



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